EL CACHORRO

 

En aquella calle, que estaba siempre transitada por multitud de gente, había hermosas acacias que en primevera huelen de maravilla, allí estaba situado un pequeño establecimiento cuyo rótulo anunciaba "GOSILANDIA", allí atendiendo a su numerosa clientela estaba Yolanda la dueña. En aquella pequeña y coqueta tienda, era la peluqueria para perritos y gatos del barrio, allí tambien se vendia comida para toda clase de animalitos, pájaros, hamsters, gatos, perritos.

En la entrada estaba situado un pequeño escaparate donde a veces se exponian animalitos en venta, gatitos, perritos y tambien objetos dedicados a ellos, camitas, ropitas, collares, bozales, en fin allí habia de todo para el mundo animal.

Aquella mañana la dueña habia colocado en la puerta un cartel anunciando la venta de cachorritos. Este es un anuncio que siempre atraía a los niños. ¡ VENTA DE CACHORRITOS !

Se abrió la puerta y allí con una sonrisa en su rostro estaba  un niñito que preguntó.

-¿ Cual es el precio de los perritos ?...

La dueña viendo la carita emocionada del niño respondió sonriendo.

- Unos 20 euros cada uno...

El niñito metio la mano en un bolsillo del pantalón sacando de el unas monedas.

-Sólo tengo 3 euros... ¿ Puedo ver los perritos ?

La dueña sonrio al escuchar la pregunta y volviéndo se a la trastienda silbó y en un momento apareció corriendo una perrita caniche negra seguida por  cinco perritos de varios colores. Uno de ellos negrito no podia seguir a los demás. El niñito inmediatamente señalo al perrito rezagado que cojeaba y preguntó:

-¿ que le pasa a ese cachorrito ?...

La dueña esplicó que era perrita, había nacido con una cadera defectuosa y siempre cojearia. El niño se emocionó y exclamó.

-Ese es el perrito que yo quiero comprar.

la dueña replico seria.

-No. Si tu realmente lo quieres, yo te lo regalo.

El niño con un cierto disgusto, miró a los ojos de la dueña y respondio serio.

-No, yo no quiero que usted me lo regale. Ella vale tanto como los otros cachorritos y yo quiero pagarle el precio completo. De hecho le voy a dar mis 3 euros ahora y le daré 50 centimos cada mes hasta que haya pagado por completo.

La dueña respondio enseguida con un cierto apuro.

-Mira, no deberias comprarla, ella nunca sera capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos.

Y ante el asombro de la señora Yolanda, la dueña, el niñito se agachó, levantó la pernera  de su pantalón para mostrarle su pierna izquierda unutilizada, soportada esta por un gran aparato de metal. El niño miró de nuevo a la señora y respondio.

-Bueno, yo tampoco puedo correr y ese perrito necesita a alguien que lo entienda ¿No?...

Los ojos de la señora Yolanda se llenaron de lágrimas, sonrio comprensiva y respondió.

-Hijo, solo espero que cada uno de estos cachorritos tengan un dueño como tu...

Y luego con un monologo interior ella misma se dijo "En la vida no importa quién eres, sino alguien que te aprecie por lo que eres, te acepte y te ame incondicionalmente. El verdadero amigo es aquel que llega cuando el resto se ha ido".

Aquella hermosa perrita caniche se fue en los brazos del niñito que no dejaba de hablarle y acariciarla, tan feliz era la perrita, que cuando su amito mirandola le dijo riendo.

-¿ Sabes? Me gustas mucho y te voy a llamar... Linda ¿Que te parece? ¿Verdad que es bonito tu nombre?...

La perrita parecio reir al escuchar su nombre, lamio feliz la carita de su amito y al rato se durmio en sus brazos, quiza soñando con el paraiso de los perritos buenos, ella había encontrado el suyo con su amito.

Era completamente feliz en su sueño... 

 

 

Gracias a Miguel León por este maravilloso cuento que nos ha llenado los ojos de lagrimas.

"Gracias"